Antitour: Mirar el patrimonio del Barrio Puerto desde la precariedad 

  • Plantear una crítica sobre el patrimonio y el estado en que se encuentra en Barrio Puerto motivó a cuatro mujeres jóvenes a organizar un antitour patrimonial. Edificios insignes que están en ruinas, falta de una gestión orgánica de recuperación y la voluntad de privados son parte de la mirada que busca activar a los ciudadanos y especialmente, a las autoridades. 

María José Maturana es restauradora y técnico en restauración patrimonial.  Recuerda que el último 7 de mayo, el Barrio Puerto sufrió un nuevo incendio, que generó el derrumbe de un cité ubicado en pleno casco histórico y dejó 3 fallecidos y varios lesionados. 

Fue a propósito de ese lamentable hecho que esta profesional y algunas colegas se plantearon la idea de organizar para el 24 y 25 de mayo, ocasión en que se conmemora el Día de los Patrimonios, una suerte de visita por los lugares e inmuebles de Valparaíso que están fuera del mapa tradicional histórico y armar lo que promovieron como el “Tour antipatrimonial”, visitando lugares con valor arquitectónico pero en pésimas condiciones de mantenimiento, repasando la precariedad de algunas locaciones típicas de Valparaíso y proyectos truncados de gestión arquitectónica y de restauración. 

María José se asoció para este circuito con Josefa Lagos, Paz Basic y “la turista en Valpo”, Camila Gómez. “Empezaron a surgir ideas de cómo podríamos concientizar un poco y mover a la ciudadanía para poder recuperar lo que nos queda, el poco patrimonio arquitectónico que queda. Pensé que hicieramos algo anti-patrimonial, un anti-tour. 

El grupo se propuso visibilizar la “arquitectura como tal, cómo se generan los inmuebles que hoy en día vemos, los proyectos que han existido, los inmuebles que ya dejaron de existir, proyectos de recuperación que han sido truncados. También de todas las actividades autogestionadas por los mismos porteños para poder arreglar un poco esta situación que está viviendo el sitio del Patrimonio Mundial. Pasamos por las ruinas, hablamos de contexto histórico, arquitectura, técnicas constructivas, restauración, mantenimiento. Pasamos por el Astoreca, donde también hablamos un poco de la restauración de estas iniciativas de parte de privados, para luego terminar en lo que iba a ser el Centro de Neurociencia que está abandonado, porque el proyecto fue desechado”. 

María José y sus compañeras plantean un circuito crítico, y pese a que la gente de la zona del Barrio Puerto y de Valparaíso está súper interesada en el rescate, que la Municipalidad y la Corporación del Sitio del Patrimonio Mundial se han hecho todo lo que está en sus manos para hacer planes de gestión, falta una visión de Estado.

“El Estado no ha dicho qué va a hacer, no hay planes de reconstrucción. Los diseños están, las ganas de restaurar y la capacidad técnica de intervención también está. Está la gente, la mano de obra calificada para poder hacerlo, cosa que no estaba hace 20 años atrás, pero hoy en día está lo que falta es la plata”. 

Otra dificultad es que las iniciativas de recuperación, de acuerdo a la profesional, son inorgánicas: “Es habitual que los diseños y proyectos se hacen en otras zonas, proyectos que son diseñados por gente que no es de acá.  Por ejemplo, es importante que el MOP considere al porteño mismo, su vida cotidiana. No vamos a llenar el Barrio Puerto de restaurantes o galerías si no hay vivienda. Estamos hablando de que también de que el Sitio del Patrimonio Mundial está en un 84% compuesto por privados. No queremos  ver otro cine convertido en un mall chino”.  

Agrega que más que normativas faltan políticas y “un interés real en recuperar y partir con un plan de reconstrucción del Barrio Puerto que tenga los recursos para adjudicar. Por ejemplo, en el caso del ascensor Artillería salió la cuarta licitación por la restauración y la desecharon nuevamente porque la empresa constructora indicó que el proyecto costaba 12.000 millones y el presupuesto existente es de 7 mil millones. Considerando que el ascensor Artillería es una arteria indispensable para recuperar el Paseo 21 de mayo, la gente que trabaja ahí, que vive de la artesanía, los restaurantes que están ahí, los habitantes tiene que tomar colectivo porque no hay un ascensor”.

María José Maturana en uno de los tours antipatrimoniales que se desarrollaron el 24 y 25 de mayo.

“Ciudad de México tiene un súper buen plan de gestión, también en Lima es donde es impresionante el nivel de recuperación de patrimonio que tienen. Allá hay una empresa que es del municipio de Lima, que se llama ProLima, y ellos se encargan de la recuperación de todo su patrimonio arquitectónico construido en colaboración. Hay muchos modelos de gestión replicables que se pueden acomodar un poco a la realidad de la situación porteña. Entonces, en verdad, es un problema de raíz gubernamental, que tiene que haber gente ad hoc, con la disposición y con el conocimiento técnico que requiere la situación actual”. 

Dónde mirar

La invitación del “antitour” es tener una visión crítica. Que los ciudadanos, visitantes, turistas, porteños, se acerquen al Barrio Puerto, porque pese a que hay ganas,  los espacios siempre terminan siendo recorridos por los mismos vecinos, hay que salir un poco de la zona de confort, que visiten, que ayuden a la reactivación del comercio local como lo necesita Calle Serrano, reactivar el tejido social,  ser críticos y no cegarse en la ley del patrimonio, y la burocracia, y el Consejo de Monumentos Nacionales, sino enfocarse en lo que está ejecutándose, lo que estaba en disposición de ejecutarse, que no se ha realizado, y a presionar de esa manera”. 

Incluso, puntualiza con un cierto llamado mordaz al activismo: “si todos fuéramos ahora al Congreso, nos paramos afuera y empezamos a exigir que, por favor, recuperen o realicen ya el archivo regional en el Palacio Subercaseaux, seguramente resultaría. Las como cambiarían y empezaríamos a criticar con conocimiento de causa”.