Caminando por el denominado eje Alvarez-Viana, de pronto y si se realiza un pequeño ejercicio de concentración, aparece en el fondo de un pasaje, el esplendoroso Palacio Valle. El ajetreo propio de la ciudad entonces, desaparece, y nos impulsa a un tiempo ya inexistente de esplendor, auge económico y vida burguesa de balneario.
Hoy son los estudiantes del Instituto de Historia de la PUCV, quienes dan vida a esta maravilla arquitectónica, entran y salen, discuten, ríen, suben las escaleras con envidiable energía hasta llegar a la cúspide, donde se abre la ciudad completa a sus pies.
Amplios salones, frisos y yeserías con diferentes formas, pisos de madera original, murales florales, pinturas de personajes históricos, la experiencia es completa. Sobre todo porque es un edificio vivo, con las huellas del paso de los años en su estructura, cicatrices, óxidos, pátinas de aire salino, de inviernos y tiempo. Las risas estudiantiles, las clases, el ajetreo. No es un museo, ni un lugar silencioso ni solemne. Ahí también hay un valor.
Los arquitectos responsables de esta obra fueron Renato Schiavon y Arnaldo Barison, según explica el Dr. José Moráis Morán, quien fue profesor del Instituto de Historia y desarrolló un estudio que analizó la arquitectura, orígenes y símbolos que encierran este tradicional palacio, ubicado en el centro de la ciudad, “Este edificio rememora las villas italianas de la zona de la Liguria donde vivía Giovanni Valle, empresario que mandó construir el palacio. Él provenía de un lugar que se llama Sante Margharite Ligure donde se localizan muchas casas que tienen puntos en común con este inmueble”.
Prosigue el investigador: “Giovanni Valle llegó a Chile el año 1870 con parte de su familia. Desarrolló negocios que le aportaron riquezas, destacando una panadería en la calle Valparaíso de la Ciudad Jardín, gracias a esto, adquirió varias propiedades en el Paseo Valle, y es muy significativo, que erija en la altura su vivienda al final del pasaje. De esta forma se disponen los palacios de las villas italianas, encima de pequeñas colinas que miran al mar, tal y como ocurre en las localidades de Portofino, Rapallo o Sante Margharite Ligure, epicentros célebres por sus balnearios”, precisó Moráis. La obra o construcción del palacio fue rápida, pero su dueño sólo alcanzó a vivir tres años con su esposa y siete hijos en el inmueble. Con la muerte del propietario, su señora inicia la venta de las parcelas cercanas y del palacio. Más información en: https://www.pucv.cl/uuaa/palacio-valle-conmemora-100-anos-de-historia-en-vina-del-mar
“Estamos tratando de poner en valor el patrimonio durante todo el año”

Pablo García, es profesor de Historia del Arte y de Patrimonio del Instituto de Historia de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y ha estado directamente involucrado en actividades de transmisión y preservación del pasado patrimonial de este magnífico palacio y la representación del pasado de la ciudad, nos explica dichas acciones de rescate histórico:
“Hablo a nombre de la institución que represento, acá en la Universidad Católica tenemos, por ejemplo, con los propios estudiantes, que tengo la gran fortuna de guiar, el Laboratorio de Historia y Patrimonio, y tenemos visitas todo el año a este edificio. Nos visitan colegios, el año pasado vinieron de la Universidad de La Serena, por ejemplo, y estamos tratando de poner en valor el patrimonio durante todo el año. Eso también va acompañado de cursos de formación para todos los estudiantes de la Universidad, también del área de patrimonio, y otras actividades que vamos haciendo durante el año. Tal vez es más acotado y está más cerrado también, pero es parte de la identidad patrimonial que ha desarrollado la Universidad en los últimos años y que se ha visto también reflejado en la conservación de este edificio que es el Palacio Valle, como también la Casa Italia y, Dios mediante, en los próximos meses, la Casa Losada en Viña del Mar.”
Sobre cómo definen el patrimonio, Pablo nos explica, “Yo creo que el patrimonio es la herencia que hemos recibido. Y las herencias, al igual que ocurre con las herencias familiares, no se eligen, solamente se reciben, entonces, de alguna forma, crean la identidad que nos toca vivir, pero también nosotros tenemos la posibilidad de escoger o de elegir en el fondo qué patrimonio queremos dejar para el futuro. Entonces, nos toca estar en un presente que mezcla a su vez la herencia del pasado, pero que también es una herencia que debe saber proyectarse al futuro. Y por eso es tan importante la formación en el área de patrimonio, porque tiene que ver justamente, con dar a conocer la importancia de esa herencia cultural, identitaria, que vamos a seguir viviendo por muchos años más.”
Sobre la formación y trasmisión temprana del legado histórico a los estudiantes desde la infancia, señala: “Desde la primera infancia, eso es importantísimo, porque ocurre lo mismo con el consumo cultural, con la visita a museos, etc. Mientras más temprano comience el proceso, más posibilidades hay que en el futuro sean personas interesadas en el área. También ahí, nosotros, en conjunto con la Escuela de Educación de la Universidad, hacemos una vez al año, una actividad que se llama “Invasión Patrimonial”, en la cual, “invadimos un colegio”, y hacemos actividades de patrimonio con cursos de primero básico a cuarto medio. A lo mejor nos falta más difusión, es un tema que nos ocupa y que nos preocupa en el mediano y corto plazo.”

Esplendor y auge económico de Viña del Mar: pasado colonial e industrial
Pablo ahonda en el valor histórico de este palacio, “Tiene que ver con el propio legado comercial de Viña del Mar. Pensemos que esto perteneció a un comerciante que levanta esta casa en lo que fue la migración desde Valparaíso, después del terremoto de 1906. Viene el auge comercial, y aquí en un concepto histórico discutible, la mayoría de estas casas han terminado en el suelo. Entonces, hoy en día esta casa cobra un valor todavía más relevante, porque es uno de los pocos vestigios que va quedando de ese pasado colonial e industrial de Viña y Valparaíso. Entonces, es objeto del legado de lo que fue esta ciudad, con una identidad muy distinta a la que es hoy. Uno Viña lo piensa como balneario y no como una ciudad industrial, ¿verdad? Y es muy importante dar a conocer eso. Habla también desde la historia cultural, de las formas de vida, cómo vivía la gente. Aquí (en el Palacio Valle) había una escalera para el servicio y una caballeriza para los dueños de casa. Y, dramáticamente también, un tercer punto está dado en que en Viña del Mar había un boom inmobiliario, tal vez necesario, eso también lo podemos discutir, pero que la mayoría de estas casas han terminado en el suelo. Entonces, hoy en día esta casa cobra un valor todavía más relevante porque es uno de los pocos vestigios que va quedando de ese pasado colonial.”

https://www.ihistoriapucv.cl/
https://chiledel1900.blogspot.com/2013/07/vina-del-mar.html











