- El fotógrafo Marcelo Kohn se inspira en las letras del Gitano Rodríguez para entregar una propuesta melancólica, interrogante y poética sobre una ciudad que decae lentamente ante los ojos de todos


La ciudad hoy se cubre con un gran silencio que va enmudeciendo todo gradualmente. Hay ajetreo, lo hay; hay gente en las calles, bocinazos y vendedores ambulantes, también los hay, pero se aprecia todo distinto. Es un silencio extraño, como una suerte de manto espeso y obstinado que avanza sobre los techos, las calles, las plazas.
“Un manto de tristeza fue cubriendo los cerros con sus calles y sus niños….”, describe hace muchos años, el Gitano Rodríguez, quien inmortalizó esa canción desgarrada que nos hace mucho más sentido que las letras dulzonas y estereotipadas de un Valparaíso que en realidad, nunca ha existido.
Pobreza, soledad, decadencia, rabia, abandono, fealdad….. manto de tristeza…..
Esa frase del Gitano, activó en el fotógrafo y artista Marcelo Kohn, un abanico de emociones reales e inspiradoras y se largó a caminar y fotografiar la ciudad sin prejuicios, sin idealizaciones ni estereotipos, lo que dio vida a la exposición “Un manto de tristeza”, cuyos trabajos se exhiben en el Parque Cultural de Valparaíso o la ex cárcel, como le dicen los porteños de a pie.
Marcelo Kohn es fotógrafo hace más de cuarenta y cinco años, trabajó durante muchos años ejerciendo la fotografía comercial en Chile “Toda mi carrera la he hecho acá en Chile, y paralelamente, fui desarrollando un trabajo actoral con menor intensidad, porque estaba ganándome las lucas. En los últimos años, que ya no estoy trabajando en la fotografía comercial, me decidí a exhibir y exponer los trabajos que hasta el minuto, he expuesto en Viña, en Santiago, y ahora en Valparaíso, distintos trabajos relacionados con Valparaíso y un trabajo relacionado con la fotografía erótica”
Marcelo incursiona en exploraciones en el laboratorio fotográfico, generando paletas melancólicas a través de procesos químicos y digitales, capturando el alma de las cosas y devolviéndolas a la significación.
Lejos de la postal y cerca de la emoción
Continúa Marcelo sobre sus profundas motivaciones en esta exposición: “Por el año 1996- 98, empecé a venir asiduamente a Valparaíso, fue una época en donde tuve una situación personal que me evocó mucha tristeza, con la pérdida de una relación. Y ahí apareció la pena, la tristeza, y apareció la valorización con ese contacto tan íntimo, que es la gracia de la tristeza, por un lado es una emoción que está muy mal mirada, pero permite que surja la poesía, es como el vínculo directo entre la emoción y las letras. Paralelamente, escuché “Valparaíso” del Gitano Rodríguez, que es muy distinto al Valparaíso de la Joya del Pacífico, que es como una postal. Lo del Gitano tiene que ver con el habitante, con el esfuerzo, con con el vivir aquí. Porque en el siglo diecinueve esta era una ciudad pujante que todavía tenía la exclusividad portuaria con San Francisco por ejemplo, pero apareció el Canal de Panamá y se acabó. Y desde entonces, Valparaíso ha estado en esta búsqueda de un destino.”
Que brote la tristeza y las preguntas
“ Para mí la tristeza tiene que ver con una pérdida, biológicamente hablando, la configuración muscular que se produce en la tristeza, tiene que ver con que ha habido una pérdida del sistema. O sea, cómo este sistema funciona con lo que lo rodea, entonces busca hacia adentro cómo volver a relacionarse. Y yo siento que no le hemos dado espacio a que brote la tristeza, para hacernos las grandes preguntas que tienen que ver con el destino de esta ciudad. La decadencia es muy fotografiable, sin embargo, yo creo que primero está hacernos la pregunta de: ¿Cómo vamos a salir adelante?, porque yo tengo mucha gente que vive acá y sé lo miserable que es vivir acá, no lo digo en términos despectivos, sino que descriptivos. Por ejemplo, están los almacenes donde la señora lleva treinta años comprando en el mismo lugar, y le fían para que se ponga al día y eso genera también vida de barrio, que tanto hemos perdido. Pero eso es lo potente de Valparaíso, me paseo por los cerros y se ve, se siente la vida de barrio. Eso es muy rescatable. A lo mejor también ahí hay un rol que los artistas pueden cumplir, en el sentido de rescatar esa alma porteña y generar algo nuevo. Yo parto por esta exposición en donde me relaciono con la inspiración que me produce el Gitano, y está todo en tono de pregunta”
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